terça-feira, 29 de junho de 2010

Amy Winehouse

Amy Winehouse, el Blues y las Damas desaparecidas del Jazz
Publicado por Javier el 09/12/2008 a las 10:05

Este fin de semana leí la noticia del nuevo ingreso de la cantante Amy Winehouse por motivos obvios. Vamos, por drogas o por alcohol o por medicamentos. O por una mezcla de ellos. Una pena. Pero ese es el sino de las grandes cantantes de Blues de la historia. Y en esas estaba cuando me encontré con la maleta que heredé de mi abuelo, con un sinfín de discos de baquelita, los singles de antaño, con lo que se estilaba en América allá en los tiempos de la emigración. Y buscando, buscando, di con discos de Louis Armstrong, Duke Ellington, Glenn Miller, discos de ritmos caribeños y otros irreconocibles. Y entre todos ellos aparecieron unas joyas. Unas grabaciones antiguas con canciones de Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald y Billie Hollyday, perdidas entre carpetas destrozadas de discos y trozos de la historia de la música americana del pasado siglo. Pensando en esto, y ante la imposibilidad de tener un reproductor de 78 revoluciones -hasta 45 r.p.m. llega mi plato-, puse en mi CD Player el gran disco de Amy, “Frank“, y me transporté a otro tiempo. Creí oír a una de las cantantes que salían de la maleta añeja. Esta magnífica cantante de Blues es el testamento de la gran música negra de nuestro tiempo. Bueno, más bien del tiempo de los que ya estamos un poco talluditos… Una cantante denostada por los propios ingleses por su acento barriobajero -pero único e inmensamente cautivador-, una cantante odiada por sus compañeros y maltratada por su gran amor, una cantante que no casa con los estilos de moda pero que pone toda su alma en lo que interpreta, una verdadera Dama del Blues sin duda alguna. No sé si su legado será amplio con el ritmo que lleva pero, a buen seguro, las pocas grabaciones que existen en el mercado ya justifican su puesto en el Olimpo de la Música.


Y en esas estaba cuando se me ocurrió que hay también bastantes Damas del Blues perdidas en la memoria y en los antiguos discos de vinilo y que, sin embargo, merecen su trocito de cielo en el altar de los nuevos amantes de la música negra. A mi mente vienen los nombres de Blossom Dearie, Betty Carter, Dinah Washington…Y pensando, pensando, he llegado a la conclusión que, a partir del año que viene voy a dedicar un poco de mi tiempo, entre lectura y lectura, a rescatar los nombres y algunos discos perdidos en el tiempo de esas grandes cantantes que ya no figuran en ninguna parte. Me pondré a rescatar discos y comentároslos para que, con un poco de suerte, y si la SGAE lo permite, os podáis hacer con una discografía de un género que se resiste a morir. Esta tendría que ser una promesa de las que tanto se hacen al comenzar el año. Pero, como esas nunca se cumplen, la hago ahora, en el mes de diciembre, con el firme compromiso de llevarla a cabo. Y de paso limpiar un poco la estantería de los vinilos, que la tengo que da asco verla -uno de los reproches de la vida de casados-. Dicho está.

domingo, 27 de junho de 2010

A primeira vez a gente nunca esquece.



   Mas que a primeira trepada, o que a gente não esquece nunca; O primeiro beijo.